“Hemos de cambiar nuestra cultura de gestión o la
mortandad empresarial seguirá siendo muy alta”.
Riesgo
para la empresa es todo aquel suceso que bajo un principio de proporcionalidad
pueda suceder con consecuencias en distinto grado para la economía de la
empresa. Por ejemplo los créditos con los que financiamos a los clientes
implican riesgo por las siguientes razones:
Los
periodos en los que debemos esperar el cobro de nuestras ventas deben de estar
alineados con el consumo de los recursos que representan los materiales que
entregamos a nuestros clientes.Estos materiales llevan implícitos en su estructura
de costes los de producción,entre otros, que ya
se han pagado a proveedores en la mayoría de los casos.
Cualquier
retraso en su cobro representa para la empresa un riesgo. El de no poder atender a tiempo sus compromisos de pago.
Pero también el riesgo de tener que acudir al crédito bancario y esto implica a
su vez el riesgo de soportar gastos financieros altos.
Vamos
a ver sus consecuencias económicas y financieras a través de un ejemplo:
La
empresa sufre un retraso en el cobro esperado de las ventas realizadas al
contado de 15 días. Vamos a ver las consecuencias de dicho retraso en la caja:
Es
evidente, que salvo excepciones no se permiten los descubiertos y no obstante si
se permitieran, dejaríamos un mal efecto en nuestra entidad financiera. Para
solucionarlo tenemos que acudir o bien a descontar otra remesa o bien a
utilizar cualquier otro instrumento de financiación de corto. Sea cual sea la
decisión, nos va a costar más dinero.
Veamos los efectos:
En el transcurso de la nueva operación de financiación,
la empresa recibe un impagado de un cliente de forma totalmente inesperada:
Una
vez aportados todos los datos del ejemplo en la representación de una situación
comercial normal mas unos incidentes típicos en las operaciones de innumerables
empresas, conviene que le demos un vistazo al análisis de lo sucedido para ver
cuales son sus consecuencias económicas.
A
través del ejemplo que acabamos de ver podemos comprobar lo que realmente nos
cuestan tanto los créditos que debemos de financiar a nuestros clientes por las
ventas que les realizamos asumiendo para ello un incorrecto papel de banco. Como
los incidentes de todo tipo, retrasos, impagados, etc., que nos provocan los
clientes por sus retrasos, ya sean de forma consciente como inconsciente. Y
tengo que lamentar tener que decir que con la ayuda muchas veces de la red
comercial que de forma involuntaria o inconsciente no prestan la suficiente
atención, (más allá de las ventas) a los riesgos que resultan de la relación
comercial y que tienen impacto en las políticas financieras de la empresa
Ahora
además, estamos en disposición de compararlo con lo que
nos costaría protegerlos con una póliza de seguros contra créditos de cliente
que ofrecen las diferentes empresas que se dedican a esto. Teniendo en cuenta, -eso
si-, que en el ejemplo utilizado estamos viendo una sola variable en un periodo.
Y todos debemos ser muy conscientes que las variables pueden ser múltiples y
dentro de cada uno de los 12 periodos, y ello puede llevar, -y de hecho lleva-,
a muchas empresas a problemas graves de tesorería cuyo riesgo en consecuencia
puede ser mucho más peligroso.
Luís Alberto Sequí